Sin necesitar que la policía los capture,
Luis Cervantes Liñán desarticuló a su banda Los injertos de Canevaro. De esta
manera, los septuagenarios compinches del más grande ladrón y millonario
cabecilla, han sido relegados y pasan a mejor vida fuera de los muros
garcilandios. Por obvias razones, no nos da pena el ya no ver al pobre imbécil
de Raúl Gonzales Herrera, haciendo festivales de comidita en la Facultad de
Administración, porque su cerebro de mono titi no da para más. El resto de
innombrables viejitos, gozarán de su fortuna mal habida, unos dedicándose a la
jardinería, otros haciendo de niñeras, y quien sabe, si por ahí se levantan a
algún guardaespaldas, porque a la vejez viruela y eso se los enseñó muy bien su
ex amo Luchito.
Lo que sí ha quedado muy claro, es que la
salida ha sido muy bien negociada para que todos los viejitos decrépitos pero
bien teñidos, se vayan felices y contentos, no solo con una millonaria
liquidación de beneficios sociales, sino que además ahora son también flamantes
asesores de la “Alta Dirección”, un cargo decorativo, huevero y cojudo, que
seguirá dando de lactar billetes a estas rancias sanguijuelas que se niegan a
dejar la teta que los dio de tragar, a cambio de envilecer la docencia universitaria,
el conocimiento universal, la academia del libre pensamiento, el debate y la discusión.
Porque los partidos de fulbito, los festivales de comiditas, las reinauguraciones,
los cursos de actualización, las fiestitas de cachimbos, las Santa Apolonias,
las falsas procesiones moradas y concursos de marinera, fueron toda la
exclusiva mierda a la que se dedicaron estos vegetes, por obra y gracia de su líder
animal Luis Cervantes Liñán, así que sigan nomás, que otra vez vienen las babosas
ceremonias de la luz de Sonia Veleta.
Ahora en los pasillos de la zombi Facultad
de Estomatología existe la preocupación porque el Regente del Rectarado, planea
nombrar a su huevero, tarado e inútil hijito “Fredo” para convertirlo en
docente miembro de la Asociación Civil, junto con Lolis la Gordis, armando un silencioso
concurso arreglado, donde varios ex decanos pondrían también a sus hijos y
queridas, como precio de su negociada salida, es que estos parásitos no solo
han desgraciado a su Universidad, sino que son algo así como moscas que van
dejando sus larvas y parásitos para seguir como cucarachas y garrapatas, hasta
que al Padrinito le de la gana de transformar a la UIGV en SAC y allí todos a
llorar a la playa.
No nos cansaremos de hacer el llamado a
todos los docentes y trabajadores para que defiendan su centro de labores,
Cervantes se alimenta de su miedo, pero igual teme que se debata la Ley de
Reorganización que lo pondrá derechito a la cárcel.
UNIDOS HASTA LA VICTORIA FINAL