CARTA A LA COMUNIDAD
UNIVERSITARIA DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS DE LA UIGV
Estimados
alumnos, colegas docentes y trabajadores.
Este viernes 16 de junio de 2016, luego de regresar de la ceremonia de
incorporación como Miembro Honorario del Colegio de Abogados de Arequipa y con
la extraña carta de felicitación del Decano por mis continúas actividades
académicas, recibí por la tarde de parte de la Secretaria Académica, Sra. Sara
Braithwaite, la que creo que ha sido mi mayor condecoración y medalla que me
han distinguido, quien me informó de mi separación definitiva de mis
actividades como docente en la Facultad de Derecho. El motivo, causa e
infracción fue defender el derecho de los estudiantes a organizarse y expresar
su voz.
Hace unos meses un grupo de alumnos en una página de Facebook decidieron
proponerme, me imagino con la mejor intención, como profesor del mes y defensor
de los dd.hh. En este último mes se realizaron unas elecciones para un centro
federado que el Decano no aprobaba. De pronto comencé a ser acosado por
personal administrativo sistemáticamente un tal Cedillo que iba exclusivamente a mis salones a supuestamente verificar
a quien le llamé la atención por su forma matonesca.
Finalmente,
los alumnos del tercio estudiantil a quienes no conozco ni han sido mis alumnos
me tacharon sin ningún fundamento de hecho o de derecho, diciendo mucho de la
poca calidad que como futuros abogados pretenden ser, y de lo podridos y
corruptos que ya son pese a ser tan jóvenes y defender extraños intereses en
lugar de defender los intereses de los alumnos, manifestando que yo era asesor
de esa organización que postuló al CF, relacionándome por esa publicación en el
Facebook. Pese a mi descargo que no existía ninguna organización ni relación
con ellos, aprobaron la tacha en Consejo Universitario y me separaron de la
Universidad.
Lamento
que se me sancione sobre la base de una mentira, pero lo que mas lamento es que
sea supuestamente en todo caso por defender los derechos de los alumnos a que
se escuche su voz y sus reclamos, cosa que el tercio no escucha ni hace nada.
Me he visto en la necesidad de publicar esto para explicar mi inasistencia a clases
y los posibles perjuicios a los alumnos por motivos ajenos a mi voluntad se
puedan ocasionar y que realmente lamento, deseándole los mayores éxitos.
Creo que las autoridades en lugar de tener prácticas represivas y
amedentramiento contra docentes y alumnos deberían preocuparse en elevar el
nivel de enseñanza y mejorar la calidad en los ambientes de la Facultad la que
es deplorable en relación a los cuantiosos ingresos que hay.
Nunca he sido parte de una argolla, ni salamero del poder, ni he integrado una
cohorte de cortesanos mediocres y corifeos ni me he prestado a chismes y
habladurías. Por el contrario siempre colaboré con mejorar el nivel académico
organizando y participando en eventos, trayendo profesores internacionales y
proponiendo cambios
Mi última lección a mis queridos alumnos es que defiendan sus derechos, fuera o
dentro de las aulas, nunca se queden callados frente a una injusticia y no se
dejen vencer por miedo.
Atentamente,
OMAR SUMARIA BENAVENTE