Debe cambiarse la forma de elección de miembros del Consejo Nacional de la Magistratura.
Una de las más importantes tareas pendientes para el Parlamento debe ser
una reforma constitucional específica. Luego de la experiencia vivida durante
el 2015 en el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), se
impone un cambio radical.
El CNM se encarga de nombrar, ratificar, sancionar o destituir a los jueces
y fiscales de todo el país. Su trabajo es silencioso, pero críticamente
importante para mantener el sistema de justicia.
Si bien ya había dudas sobre alguna de sus decisiones, el año que pasó
reveló de manera flagrante la incapacidad del CNM para cumplir su tarea
esencial. El caso de Alfredo Quispe Pariona quedará en nuestra
historia institucional como uno de los capítulos más vergonzosos.
En mayo Quispe Pariona fue elegido consejero del CNM para el período
2015-2020. Luego, en julio, se denunció su participación en negocios ilícitos con el rector de la Universidad
Inca Garcilaso de la Vega.
También se lo acusó de haber agredido sexualmente a alumnas suyas.
A pesar de ello, el CNM desestimó el pedido de vacancia aduciendo supuestos
principios de legalidad. Pasó por encima el principio de idoneidad, lo que motivó
la renuncia ejemplar de quien fue presidente de esta entidad, Pablo Talavera.
El CNM resolvió entonces ratificar a Quispe Pariona, aduciendo, además, que
no se habían obtenido los peritajes de un audio incriminatorio. Es decir, sus
miembros confesaban que no les interesaba realizar su tarea de fiscalización
sino que les bastaba saber que el peritaje no había llegado.
Más adelante, el 11 de noviembre, sucedió la defensa de la ratificación.
Tres días después el CNM se rectificó y resolvió la vacancia por incapacidad
moral.
Este cambio súbito en la decisión se sustentó “en atención a la ponderación
del interés público y la legitimidad institucional que deben primar sobre
vacíos legales”. En otras palabras, para este CNM, un día pueden primar los
vacíos legales y al otro no. Si la opinión pública no se manifestaba, Quispe
Pariona sería hoy uno de los consejeros.
Es evidente que el CNM no es, pues, garantía de justicia. Ante lo ocurrido
con Quispe Pariona, el Parlamento debió vacar a estos consejeros por causa
grave, como lo estipula el artículo 157 de la Constitución.
El problema, sin embargo, está en el sistema corporativista de la
conformación del Consejo. El sistema actual favorece el cabildeo, los arreglos
y las alianzas. Las que deberían ser decisiones jurisdiccionales, técnicas e
institucionales, pasan a ser oscuras complicidades bajo la mesa.
Hoy en día el CNM se conforma por miembros elegidos en la Corte Suprema, la
Junta de Fiscales Supremos, los colegios de abogados del país, los demás
colegios profesionales y los rectores de las universidades públicas y privadas.
Quispe Pariona fue elegido con cuatro votos mediante un proceso electoral de la
Asamblea de Delegados Candidatos de los Colegios Profesionales. ¿Qué tiene que
hacer el Colegio de Enfermeras o el Colegio de Ingenieros en una función como
la de nombrar o destituir jueces? ¿Qué tienen que hacer los rectores de las
universidades en dicha función?
La actual Constitución libera a los consejeros de la condición de haber
tenido una carrera en la magistratura. No obstante, esa condición debe
establecerse para el CNM al igual que para ser magistrado de la Corte Suprema
(a quienes se les exige haber sido magistrado de Corte Superior o Fiscalía
Superior durante diez años o haber ejercido la abogacía o la cátedra jurídica durante
quince años). ¿No es lo menos que deberíamos exigir a quienes evaluarán a todos
los jueces del país?
En todo caso, es evidente que se requiere un debate en el Congreso para la
reforma constitucional de la manera en que se conforma este organismo. La
barbaridad cometida en el caso Quispe Pariona está ahí para recordárnoslo.
No basta con el cuestionamiento a los actuales consejeros para mejorar esta
situación. El problema terminará, en realidad, con el cambio radical de un
sistema basado en las corporaciones gremiales, las alianzas y las componendas.
Publicado el 04-01-16 en la
Editorial del diario El Comercio
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