Pocos
saben qué es el Consejo Nacional de la Magistratura. Para decirlo en corto, es
el colegiado que elige, evalúa y remueve a jueces y fiscales. Dos de ellos, los
representantes de los colegios profesionales, acaban de ser elegidos.
El
defensor del Pueblo, Eduardo Vega, ha cuestionado el proceso ante el Jurado
Nacional de Elecciones. La razón es contundente: solamente estuvieron
representados 10 de los 41 colegios profesionales; así solo ha participado en
la elección el 3.9% de electores hábiles: 35,910 de un total de 919,263.
Por si esto no fuese ya razón suficiente, Perú21 hizo público que uno de los elegidos, Alfredo Quispe Pariona, tiene un audio en el que se declara abierta y orgullosamente corrupto.
Un tercero
lo interpela: “¿Con esos antecedentes que tienes vas a postular (al CNM)?
Si tú eres un corrupto y eres el representante del rector Cervantes Liñán… (el
escandaloso personaje que se autoasignó un sueldo de 2 millones de soles al
mes, probablemente el más alto del mundo)”.
Quispe
responde: “¿Y he negado? ¿Y he negado? Yo no niego. He hecho negocios, he hecho
dinero, he hecho plata con Cervantes. ¡Y punto! Aquí en la universidad y fuera
de la universidad. ¿Cuál es el problema…?”. Quispe reconoce haber llevado a
Cervantes muchos expedientes de estudiantes (“más de mil”). Más adelante,
Quispe se jacta de haber cobrado más de 100 dólares por expediente: “Por eso
tengo casa, carro, mis hijos están en la universidad estudiando una buena
profesión…”.
El JNE rechazó
las observaciones del defensor del Pueblo. Solo queda esperar que el CNM no
permita que juramente Quispe. Por ahora está firme. Después de todo, la ley
señala que ese cargo vaca por “incapacidad moral o psíquica o incapacidad
física permanente”. Si el CNM cambia de opinión, tiremos de una vez
la esponja y admitamos que todo está perdido.
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