Si la corrupción tiene el rostro de Luis Cervantes Liñán, entonces la estupidez y la imbecilidad se parecen a Ramiro Gómez, el nefasto decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Turismo de la UIGV. Nunca entendimos ¿Como un psicólogo con especialización en sexología, pudiera ser nombrado para que dirija una facultad ajena a su profesión?, nunca lo entendimos porque solo pasa en los peores tiempos y porque allí lo sentó un pobre animal por costumbre que solo piensa en robarle a los alumnos y que para nada le interesa el desarrollo académico, tecnológico y profesional de los estudiantes. Pero bueno, que se puede esperar un pobre idiota que se cubre con un mantel para parecer templario.
Si bien día a día la comunidad estudiantil entera, está asqueada de leer sobre toda la corrupción que hay en Garcilandia, hoy un grupo de jóvenes y valientes estudiantes de Ciencias de la Comunicación, ha denunciado el abuso, la incompetencia y el maltrato que hay en su facultad, han demostrado las miserias y la GRAN ESTAFA que son los Nuevos Tiempos. Nuevas Ideas y porque es la continuación de una ardua lucha por la reinvindicación de los derechos estudiantiles, pero sobretodo, por lograr la expulsión de una gavilla de garrapatas enquistadas en la Universidad Garcilaso.
A los estudiantes les asiste la ley universitaria de expresar libremente sus ideas y no ser sancionados por ello. Por eso todos aquellos estudiantes que han sido expulsados pueden exigir su reposición, iniciar demandas que ganarían fácilmente y ser indemnizados, ya que no existe causa alguna que justifique que se les cierren las puertas de la Universidad y se les deje en la calle.
Por eso, resulta un chiste de mal gusto y hasta patético, que a un grupo de alumnos se les haya enviado cartas notariales y sean separados de su universidad, adjuntado una impresión de comentarios que fueron vertidos en la red social Facebook, todo por expresar su indignación y fastidio por lo que sucede en Garcilandia. Ahí tenemos entonces el paupérrimo nivel profesional de los abogaduchos de Luis Cervantes Liñán, Jaime Espinoza Montoya, Emilio Ganoza Almoguer, Oscar Romero Aquino, y demás tinterillos, quienes no tienen ningún argumento jurídico para denunciar y expulsar a los alumnos, lo que consideramos injusto y a todas luces válido, como es el derecho de expresarse y protestar contra la nefasta gestión de Luis Cervantes Liñán, Ramiro Gómez Salas y demás decanos inútiles.
Es vergonzoso que la Universidad sostenga su falsa acusación basándose en comentarios o chismes que se profieren en una red social, esto es ¡Es irracional!, ¡Es insólito! Pero que se puede esperar de estos energúmenos que no entienden nada, que solo se están dedicando a robar, a levantarse en peso a la universidad, que no les importa nada de lo que se diga de ellos, porque tienen una enorme concha y son caraduras. Quedará para el olvido, como el decano Ramiro Gómez Salas, tuvo el descaro de mandar saludos a los alumnos injustamente expulsados, burlándose de ellos, y defendiendo al sonsonazo y holgazán de su hijo, el sujeto que funge de médico en la Facultad, ahí vemos pues la clase de tipejo que es este homosexual asolapado, quien alguna vez ostentó el cargo de Prior de la orden de los Caballeros Templarios, hablándonos de Dios y de la defensa del cristianismo, pero que con sus actos demuestra que solo es un sucio puerco endemoniado por la pleitesía y la corrupción.
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